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Leer más¿A qué nos referimos cuando hablamos de educación de calidad? Y ¿Cómo pueden incidir en ella las empresas? Aquí te lo explicamos y te presentamos varios ejemplos exitosos. Comprobarás que invertir en educación conlleva grandes beneficios, tanto para el mundo empresarial como para la sociedad en general.
En primer lugar conviene aclarar que, según la UNESCO, el concepto de “calidad” hace referencia a tres principios. La necesidad de su relevancia, la equidad de acceso y resultados y un cumplimiento adecuado de los derechos individuales (IIEP Learning Portal, 2021).
Esto implica que hay que amplificar la mirada que tenemos sobre la educación. Contemplarla de modo más integral, aceptando que existen diferentes modos de aprender y buscando una mayor vinculación entre las instituciones educativas y el mundo laboral.
El número 4 de los ODS pretende garantizar el acceso a una educación gratuita, equitativa y de calidad para todos. También fomentar la formación técnica, eliminando barreras económicas y de género que provocan desigualdades. Actualmente, es una prioridad para las empresas. De modo que, la mayoría de ellas está desarrollando iniciativas para contribuir directamente a su consecución (Fundación PwC, 2020).
Conseguir este objetivo requiere inversión pública (es decir, de los gobiernos nacionales y provinciales), pero también privada. Y las empresas, como agentes generadores de riqueza económica, tienen la oportunidad de aportar muchísimo.
La prueba de que las corporaciones comprenden la importancia de este compromiso es que ya existen, a nivel internacional, iniciativas como la Global Business Coalition for Education (GBCE). Esta ha creado un foro donde una docena de empresas líderes pueden dar a conocer su compromiso con la educación y participar en diversas actividades educativas (CME, 2020).
Para una empresa, invertir en educación tiene beneficios a corto plazo: mejorar su posicionamiento estratégico, fomentar la pertenencia de los empleados y reforzar la marca, etc. A largo plazo, permite contar con un grupo más amplio y de mayor talento de futuros empleados, aumentando su productividad y crecimiento. Por ello, puede ser una fuente de innovación y facilitar el acceso a nuevos mercados y oportunidades de negocio (Fundación PwC y Seres, 2020).
Por tanto, podemos decir que las corporaciones utilizan el apoyo a lo educativo como un modo de llegar a los ciudadanos; de esta manera, aportan a su imagen de marca. También para capacitar a sus empleados y mejorar así su cualificación y eficacia, porque los trabajadores educados están más preparados para convertirse en empleados lucrativos. Y, en general, para promover el desarrollo social, generando profesionales muy preparados, capaces de aportar en innovación. Esto último, teniendo en cuenta que hay sectores que requieren la contratación de técnicos difíciles de encontrar en el mercado laboral.
Más allá de todo esto, una población más formada tendrá acceso a más oportunidades laborales y a empleos mejor pagados. Además, la formación fomenta el emprendimiento y la creación de empresas propias, lo que beneficia a los mercados y a la sociedad en general. Según la UNESCO, cada año adicional de escolarización aumenta el crecimiento medio anual del producto interno bruto (PIB) de un país en un 0,37% (Fundación PwC y Seres, 2020).
Hemos visto cómo las compañías juegan un papel fundamental en el fomento y la inversión en educación. A continuación detallamos algunas acciones con las que las marcas contribuyen a fomentar educación de calidad (Fundación PwC, 2022):
Implica formar a los empleados en competencias técnicas y habilidades blandas, ofreciendo igualdad de oportunidades. También dar incentivos económicos o de flexibilidad laboral para que los empleados complementen su formación y facilitar el acceso a preescolar de sus hijos, creando guarderías en el lugar de trabajo o asistiendo financieramente.
Si los empleados de una empresa tienen la posibilidad de formarse internamente y pulir sus habilidades, no solo se consigue mejorar la productividad. También se logra que estos trabajadores se sientan más comprometidos con la marca y aumenten su sentido de pertenencia.
Incluye impulsar programas de formación con escuelas y universidades para solventar carencias del mercado laboral. Por otra parte, cooperar con ellas para otorgar becas y oportunidades de acceso al mundo laboral. Y fomentar la diversidad con la presencia de niñas, jóvenes y mujeres en las disciplinas STEM.
Implica apoyar programas de formación y orientación laboral para colectivos vulnerables, para minimizar el fracaso escolar y la reinserción laboral. En el marco de su responsabilidad social empresarial, fomentar voluntariado corporativo en educación para cubrir brechas entre educación y mercado laboral. Además, fomentar un crecimiento sostenible con iniciativas que mejoran el acceso a la educación en países empobrecidos en que las empresas desarrollan su actividad.
Incluye establecer alianzas estratégicas a largo plazo con actores educativos desarrollando cátedras universitarias y proyectos de investigación. Participar en foros y colaborar con asociaciones. Y posicionarse como líderes en sostenibilidad concientizando sobre la importancia de los ODS y el desarrollo sostenible.
Veamos ahora algunos ejemplos de buenas prácticas que llevamos a cabo en Alquería. A partir de ellos definiremos algunos aportes concretos que pueden hacer las corporaciones.
En Alquería creemos que la educación es el mejor camino para generar desarrollo y lograr las transformaciones sociales que necesita Colombia. Hemos desarrollado programas sociales y hemos incidido en políticas públicas para mejorar la calidad educativa pública. También para fomentar el acceso de jóvenes a la educación superior.
Pretendemos ser, en 2025, la fundación con mayor incidencia en el departamento de Cundinamarca, fortaleciendo inclusión, igualdad y equidad. Estos son nuestros proyectos (Alquería, 2021):
Apoyamos a jóvenes de instituciones educativas oficiales, sobresalientes por sus capacidades académicas y personales. Así promovemos su acceso a educación superior en las mejores universidades del país.
Transformamos instituciones educativas oficiales, empoderando a sus directivos y docentes, para que innoven en la práctica pedagógica.
Brindamos becas a estudiantes con alto desempeño académico, de instituciones educativas de Chía y Cajicá. Para estudiar primaria y el bachillerato, en el Liceo Francés Louis Pasteur de Bogotá y el Colegio Los Nogales.
Facilitamos recursos para el acceso de hijos de nuestros colaboradores, con mérito académico, a educación de calidad de nivel superior: el 90% de los costos de matrícula.
Con el proyecto de cooperación internacional con la Organización Internacional para las Migraciones y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional buscamos integrar social y culturalmente a niños y adolescentes migrantes y retornados ubicados en Cundinamarca. Pretendemos que sean parte de procesos formativos con instituciones públicas con educación de calidad. Para desarrollar sus competencias y mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Como ves, el rol de las empresas para construir educación de calidad en nuestro país es clave. Hay gran diversidad de acciones empresariales que ayudan a lograr este objetivo. El compromiso de las marcas no solo es posible, sino sumamente necesario.