En un recipiente ponemos el queso crema con el azúcar pulverizada y mezclamos para suavizar.
2
Por otro lado, limpiamos muy bien las fresas, retiramos el tallo y cortamos en dos. Las vertemos en la licuadora junto con el zumo de limón hasta formar un puré y lo vertemos sobre el recipiente con el queso crema.
3
Mezclamos muy bien y finalmente añadimos la crema de leche y mezclamos.
4
Ponemos en una refractaria la mitad de esta crema intercalada con una capa de galletas de chocolate, vertemos la otra mitad de la crema de fresas y terminamos con otra capa de galletas.
5
Refrigeramos por lo menos 2 horas y servimos frío. Puedes servirla también en vasitos o copas según la presentación que necesites.